Más de dos décadas de tallar al periodista que llevo dentro.
El día del periodista en Costa Rica me hace recordar los primeros pasos que me llevaron a ejercer una profesión que ya llevaba dentro desde niño: el periodismo.
Desde siempre he admitido que «soy un bombeta, pero profesional», como pupularmente se le conoce a una persona extrovertida.
Y es que soy del pensamiento de que el periodista debe querer serlo y añorarlo, para luego pulirlo. Justo esta semana, me he dedicado a conversar con Saray, una joven estudiante de periodismo que forma parte del proyecto Punto y Aparte, en donde se desarrollan historias en colaboración con mentores, para luego publicarlas o difundiras en medios de comunicación nacional. En el caso de Saray será en Multimedios, con un reportaje que tiene todos los elementos para ser un ganador.
Y es que el periodista no es más que un «contador de historias» que debe desarrollar una técnica adecuada para encontrar ángulos novedosos en la vida cotidiana. Y aunque muchos crean que esa destreza es fácil, lo cierto es que no lo es. De hecho recuerdo cómo mis primeros guiones de prensa escrita en Grupo Extra allá por 1997 y luego mi primer borrador para Televisión, en Repretel, fueron todo un desastre.
No fue sino hasta que mis jefes de aquel entonces, Randall Salazar y Amelia Rueda, me enseñaron a detectar historias, redactarlas para televisión y desarrollar un estilo periodístico acorde al programa en el que trabajaba; que logré sentirme como un reportero.
Para el momento que logré llegar a Teletica Canal 7, el medio con mayor audiencia del país; mi esfuerzo por pulir al periodista que llevaba dentro, a penas tenía 2 años de trascurrir. En adelante se avecinaban años en los que como profesional jóven, vería retos de gran satisfacción pero tambien de duras lecciones.
Tal vez una de las mejores fortunas ha sido encontrarme con grandes periodistas de la categoría de Pilar Cisneros, Claudia Gurisatti e Idania Chirinos. Fue precisamente en NTN24 donde logré ejercer la profesión en las grandes lidas. Corría el 2010 y Freddy Serrano ya estaba en una pantalla de noticias internacional, algo que como niño, jamás hubiera imaginado.
Por eso un periodista que logra sobrellevar las visisitudes de la profesión, puede y debe pasar el conocimiento a las nuevas generaciones. Es por ello que en 2011 y por 4 maravillosos años, tuve el honor de dirigir y entrenar a una extraordinaria generación de comunicadores que empezaron en el hoy extinto Canal 9.
