El presentador de noticias que sólo lee un «teleprompter«, está condenado a ser irrelevante.
Tres, dos, uno, ¡al aire!. En televisión existen dos tipos de presentadores: el que interpreta los guiones de noticias y conecta con su audiencia y el que lee un teleprompter de forma impresentable.
No existen clases de lenguaje corporal que desarrollen la destreza necesaria para ser un eficaz conductor de noticias. Lo cierto del caso es que es un talento que -mayoritariamente- se trae y se gesta desde la infancia y adolescencia en los comunicadores innatos; pero que también se pule, en aquellos que saben que hay áreas de mejora.
Desde la postura, hasta el lenguaje no verbal, la dicción y la cadencia a la hora de comunicar; todos los elementos claves que un presentador de noticias debe considerar a la hora de pulir su presencia en cámaras.
En Costa Rica existen muy pocos periodistas que han desarrollado un estilo de presentación de calidad internacional; pero quienes sí lo han logrado, dejan huella.
En los últimos 20 años, han destacado varios colegas, por diversas razones. Comparto algunos videos de Youtube donde usted puede evaluar el desempeño de Glenda Umaña, en CNNE, Pilar Cisneros, en Telenoticias y más recientemente, Pablo Cartín, en Multimedios y Repretel.
Los 3 sobresalen, según mi criterio, por su aplomo, empatía, credibilidad y dicción.
El impresentable
Inevitablemente la falta de profesionalización del «News Anchor» como se le conoce en Estados Unidos y Europa, hace que los directores de medios y productores elijan el talento que sale al aire de forma subjetiva.
El mercado, entonces; ha dejado a la merced del capricho de algún jefe, el sentar frente a una cámara a personas que no tienen el talento, ni la destreza, ni el interés por mejorar su presencia.
Puede que éste sea un tema que algunos consideren de poca monta, dentro de todas las complejidades que representa operar un departamento de noticias en televisión, pero lo cierto del caso es que el Presentador es el rostro del noticiario y por ende, lleva sobre sus hombros la reputación del medio y de sus compañeros.
Al final del día, la experiencia nos enseña que el presentador impresentable se quema solo. Su constante presencia en cámara sin mayor novedad, genera desgaste en la figura, el nombre y -muy pronto- en la audiencia.
En otra entrega de mi Blog, hablaré sobre el rol del Presentador en Noticias de Última Hora y cómo en Costa Rica cometemos el error de emular redacciones de periódico en TV.
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