A dos meses de haber llegado a Canal 8, reflexiono sobre mi vocación.
En esta vida hay que darse licencia para tomar riesgos y es precisamente en este proceso profesional en el que se logra idenfiticar la verdadera vocación que llevamos en la sangre y que es motor para dar lo mejor.
Yo he sido privilegiado desde que empecé en este mundo del periodismo porque logré todas mis metas.
Fue en 2014, tras 17 años de ininterrumpida carrera como presentador, periodista y reportero; que decidí hacer una pausa e incursionar en el mundo corporativo multinacional.
Debo admitir que la experiencia fue muy gratificante, intensa y llena de lecciones que hoy me hacen volver a mi pasión, comunicar.
En el viaje hay que disfrutar las mieles del fracaso
Recuerdo que en un inicio entré a Amazon como Gerente de Marca Empleador, en una operación en donde se reclutan más de 1000 personas en termporada navideña. Mi puesto era una combinación de marketing, relaciones públicas y proveedor de diseño gráfico para varios países. En cuestión de 12 meses, estaba desgastado, desorientado y frustrado por un ambiente impregnado por la política y la presión. Al final descubrí que el rol estaba lleno de ambiguedades internas y había sido vendido a la casa matriz de forma muy distinta a la realidad.
Luego ingresé al mundo de las asesorías independientes. Fue un paso interesante porque uno logra ganar buen dinero cobrando en dólares y teniendo varios clientes. Para mi sorpresa, el golpe vino más a nivel emocional, pues empecé a carecer de identidad con una marca, de una misión común y de una clara desorientación por la alta expectativa de los clientes. Todos quieren que con una gestión de prensa, se les solucionen problemas que acarrean de décadas.
Fue así como me decido a sacar una maestría en Gerencia de Proyectos y me invitan a formar parte de un mega proyecto en el caribe del país. La construcción de una mega terminal de contenedores a cargo de una multinacional requería de un comunicador que lograra traducir los beneficios del proyecto a una comunidad que se sentía amenazada por la llegada de una empresa extranjera. La experiencia fue extraordinaria y logró devolverme la energía, enfoque y empuje, la misma con la que inicié mi carrera como reportero.
Tras 4 años a bordo del proyecto recibo la noticia de que mi rol se convierte en regional y que debo apoyar a la casa matriz desde Panamá. El reto era más que impresionante pues se trataba de velar por las relaciones con los medios de comunicación de Latinoamérica en 29 países.
Escuchar la voz interior,
Pero cayó la pandemia en 2020 y quedé atrapado en mi apartamento en el piso 39 de un edificio, lo que me llevó a hacer de corresponsal para mi antigua casa NTN24 en Colombia. Fue así como empecé a reflexionar sobre mi vocación, esa que me había llevado a los medios de comunicación en 1997.
Y luego, revisando en el baúl de los recuerdos, me encontré con una tarjeta de despedida de mi antiguo equipo de trabajo, quienes me ayudaron a construir de cero todo un noticiero en Canal 9 en 2011.
Fue ahí cuando entendí que el salario emocional es el que nos lleva diariamente a crear, innovar y mejorar lo que se produjo el día anterior.
Eso fue lo que me motivó a ser periodista y me llevó a ejercer puestos de liderazgo en Costa Rica, Estados Unidos y Colombia.
Este 2021, regreso a los medios de comunicación como Gerente de Canal 8, Multimedios un medio innovador que está en constante crecimiento y que acapara la atención de muchos.
Es precisamente con este espíritu de apreciar el privilegio de hacer lo que amo, el que me impulsa a darlo todo y seguir demostrando que el salario no depende de los ceros en un cheque, sino de la satisfacción de sentirse realizado y listo para hacer equipo. #vamoscontodo
